Los errores merecen una poesía
El nombre parece pretender un asunto
universal, pero no lo es. Es intensa y particularmente personal.
Pero, ¿no es lo personal el punto de
partida de lo universal? Platon, Shakespeare, Borjas, Neruda, Coelho, Zarraga o
Nietzsche acaso no hicieron universales sus particularidades para descubrir lo
común de sus originalidades?
Siendo así, cada vez que tocamos
nuestras particularidades, tocamos un mundo de espejos que reflejan la
similitud de repetidas originalidades, haciéndolas de este modo, universales. O
mejor dicho, mostrándolas en esencia como asuntos propios del universo y no
exclusividad.
Reacio a lo cercano, comprometido con
la independencia y sobre todo la libertad, negado a toda agresión espiritual,
por considerar esta su única debilidad física… Entregado a sobrevivir con el
aliento de la sangre descendente, amando un recuerdo con tal intensidad que el
presente parecía irreal y carente de credulidad…
Así, así llega a mi vida, suavecito…
tal como la canción de Arjona. Sin duda escrita para mi, aun sin saberlo…
Perfecta espiritualmente. Al punto de
hacerme ignorar su imperfección física… Honesta, limpia, transparente, suave,
ardiente y llena de conversaciones para las cuales la noche se hacia corta.
¿Como no amarla? ¿Cómo si respiraba
amor? ¿Cómo si saboreaba mis defectos? ¿Cómo si dormir a su lado era el mayor
de los placeres, oler su piel era como afrodisiaco y hacerle el amor era
hacerme el amor?...
Imposible… y fue así como transferí
mi amor inconcluso con valor agregado, a esa dama que ocupaba cada segundo de
mis días, al punto de descuidar cualquier otra cosa que no fuese su amor mismo.
Escribir todo lo que sucedió después
era mi intención, pero, al leer lo que causó, me parece cruel destruirlo. Aun
siendo total y absolutamente merecido. Aun siendo un atentado de su parte
contra lo que creó irresponsablemente, sabiendo su incapacidad para sostener
cualquier cosa hermosa entre sus dedos. Tenacidad sin límites para destruir con
tanta cizaña, con tanta reiteración, crueldad y cinismo lo que creó con tanta
suavidad…
Creó un campo de minas, envenenó el
agua de la fuente de nuestro futuro, causó heridas tan profundas y tan marcadas,
cuyas cicatrices duelen y son inmunes a cualquier cirugía…
Pero no bastó. Infecto el pasado, el
presente y el futuro del peor de los veneno que pueda respirar cualquier
humano… La mentira.
Universal como el engaño, cruel como
la traición y particular como el dolor…
Así termina esta historia a partir
del dolor, con el único consuelo posible que evita enlodar su belleza inicial: “Olvidar
lo que no queremos recordar y recordar lo inolvidable…”
Para quien atrapó mi amor, solo para desquitarse de la vida…
11-11-2012
11:11 pm
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